Subo a la micro,un "buenos dias" le dirijo a conductor, unos pasajeros me miran, sorprendidos, casi recriminandome el haber roto el silencio, solo interrumpido por el motor del vehiculo. Yo los ignoro, me quedo parada en el pasillo, sosteniendome con los frios fierros de metal. Miro por la ventana, luego al interior de la micro. van muchos estudiantes, no es nada extraordinario pensando que es martes. La mayoria de ellos van con audifonos, escuchando musica, al igual que algunos adultos, aunque pareciera que no van oyendo nada, lo digo por sus expresiones, serias.. se nota que aun no despiertan del todo, no disfruntan la musica.
Voy conversando con mi hermana, se me escapa una risa, nuevas miradas dirigidas a mi, "les falta reir" pienso, pero no digo nada, sigo con lo mio.
Me llama la atención un hombre que va sentado, durmiendo. De un momento a otro despierta, mira a su alrededor, se levanta... esperando a que le micro abra sus puertas para descender. No se ve perdido o desconcertado, se nota que justo alli debia dajar. ¿Durante cuánto tiempo habrá hecho el mismo recorrido? Debe ser mucho, para tener esa coordinación, yo aun tengo que andar pendiente de donde voy.
Empiezo a pensar, toda esta gente hace lo mismo todos los dias, saben a donde ir, que hacer, como hacerlo, hasta el mas minimo detalle. Van escuchando musica, por costumbre! quizas hasta les aburra lo que van oyendo, pero siguen igual porque es cotidiano, estan tan habituados a su vida que sería raro cambiar.
Es tan comun el trayecto a sus trabajos, colegios, etc. que necesitan un minimo de concentración, (casi nada) para poder llegar bien. ya muy pocas cosas les impresiona, aunque muchas les molestan, pero no lo dicen, sólo miran. con esas miradas que critican, que recriminan, que intimidan, pero se han vuelto tan frecuentes que no llaman mucho la atencion a quien las recibe.
Nos guiamos por la monotonia, sin darnos cuenta hacemos las cosas porque sabemos que tenemos que hacerlas, nada mas.
Hemos dejado de disfrutar las "pequeñeces" en nuestra vida, esas pequeñeces que hacen que vivir valga la pena. Una de estas cosas es escuchar musica.
Como ya dije, ir con un par de audifonos en los oidos se ha vuelto tan comun en el diario vivir que casi ni nos damos cuenta qué estamos escuchando. Simplemente nos limitamos a oir el "ruido".
Muy pocas veces he visto a personas ir cantando, aunque sea silenciosamente, ir siguiendo el ritmo de las melodias, pero no solo por llamar la atencion, sino porque estan tan concentrados en la musica que sale por esos audifonos, que no se dan cuenta ni en donde están.
Puede ser ridiculo, pero esa es la gracia o el fin de escuchar musica, sacarnos del mundo real, cambiar un poco lo monotona que es nuestra vida.
Pero las personas con sus "deberes cotidianos" le han quitado importancia a esto. Y todo por no queren cambiar nuestra forma de vivir, nuestra MONOTONA forma de vivir...
Mi hermana me saca de mis pensamientos, volviendome al "mundo real". Nos bajamos de la micro, y caminamos, en la misma direccion que las otras personas, haciendo lo que hacemos todos los dias.
Caminamos sin ningun interes a nuestro destino, al que llegamos casi inconscientemente...
