Una dulce voz me despierta, haciéndome admirar cada vez más sus ojos, sus labios, sus manos... Su risa me absorbe, impidiendo que me resista a su tono melodioso, infantil...
Comienzo a perder control sobre mi cuerpo.. dejándome llevar. Convierto su voz en mi guía, y sin poner resistencia, me deslizo...
De pronto, sus brazos me detienen, su suave y cálida mano acaricia mi rostro, vuelve a reír y nuevamente siento que desfallezco, pero esta vez, entrelazo nuestras manos, mirándola fijamente a los ojos, provocando un leve rubor en su rostro... Sonrío, acercándome cada vez mas a ella, sintiendo su aroma, los latidos de su corazón.
De un momento a otro, todo oscurece, mis manos quedan vacías... Volviéndome al mundo real...